Aquellos que siguen mi trabajo habrán podido deducir hace tiempo que me encantan los cuervos. Vuelvo a ellos una y otra vez. Me fascina la inteligencia que se puede adivinar detrás de esos ojos oscuros y brillantes, y su irisado plumaje que me recuerda a la noche.
Mis dos últimas miniaturas tienen a este majestuoso ave como protagonista. Aunque a la segunda la he acabado llamando "Cuervo y Luna" para distinguirla de la otra, lo cierto es que fue la primera que nació con el título de "Creación de la luna". Me imaginaba al brillante astro saliendo de la garganta del cuervo, momentos antes de ser lanzado a la noche definitivamente, como una especie de ofrenda.
Pero, cuando la estaba acabando, mientras pensaba en esta historia, se me fue apareciendo una diosa-cuervo que creaba la luna entre sus manos. Y así fue como terminé con dos imágenes que representan el nacimiento de la luna. Estoy segura de que más adelante aparecerán otras! Hay tantas posibilidades como uno sea capaz de imaginar...
Miniatura al óleo sobre rodaja de madera.
© Amaya de la Hoz
Miniatura al óleo sobre rodaja de madera.
© Amaya de la Hoz
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