Si miras atentamente entre los grupos de focas que descansan
en las rocas de aguas cercanas a las islas Feroe, quizás puedas ver entre ellos a una hermosa
criatura de apariencia humana, con el cuerpo completamente desnudo y el cabello muy negro. Sólo su
inquietante mirada te indicará que no pertenece a nuestro mundo.
Son las misteriosas selkies, seres con la capacidad de transformarse
de foca a humano con el simple gesto de quitarse su grueso pelaje. Los habitantes del
lugar saben que, si son capaces de apoderarse de esa piel, la selkie será suya ya que no
podrá volver al mar. Algunos han aprovechado esa circunstancia para hacer de
una selkie su esposa, una práctica poco ética aunque, por raro que suene, con un resultado feliz por ambas partes durante algunos años; de estos matrimonios incluso han nacido algunos niños de apariencia totalmente normal salvo por la presencia de membranas
entre los dedos de manos y pies. Pero es
bien sabido que una selkie jamás deja de añorar el mar y, a la más mínima oportunidad
de recuperar su piel, abandona todo lo que ha amado en su vida terrestre para regresar a su verdadero hogar. Así que, si te encuentras en tal circunstancia y tienes la tentación de capturar una, has de saber que tu historia de "amor" está condenada al fracaso de manera inevitable.
Por supuesto, existen también selkies machos. Poseen igualmente un enorme
atractivo que también ha tentado a más de una mujer, atrayéndolos hacia ellas con siete lágrimas derramadas en el mar. Pero estos romances tiene una duración aún más efímera, ya que a un selkie macho no se le puede atrapar en contra de su voluntad. Se ha de advertir también que son muy protectores de su entorno, provocando devastadoras
mareas y tormentas con el fin de hundir las embarcaciones de quienes participan en las crueles matanzas de las focas, o en otros atentados contra su medio ambiente.
Quizás no supieras antes de esta leyenda propia de la mitología de Islandia, Escocia
e Irlanda (donde se las conoce como Roane o "hadas foca"). En España, al menos, no resulta demasiado conocida, algo curioso si se piensa que algunas de las teorías apuntan a que su origen provendría del parecido que tenían con las focas los náufragos españoles, con su pelo y ojos de color azabache. Yo descubrí a estos misteriosos seres hace
relativamente pocos años, gracias a una maravillosa película llamada "El
secreto de la isla de las focas", dirigida por John Sayles (basada en el libro Secret of the Ron Mor Skerry, de Rosalie K. Fry). Os la recomiendo a todos aquellos a quienes os gusten este tipo de historias.
Me pareció un tema de lo más sugerente para pintar, pero hasta ahora no lo había hecho. Esta es mi visión de una selkie, en un pequeño óleo sobre madera de morera. Os dejo también un par de fotos del proceso, y desde esta semana algún amante de esta bonita leyenda podrá adquirirlo pronto en SecretaShop.
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